Trabajo & Mujeres
Pilita Clark: “En el teletrabajo un buen jefe tiene que entender por lo que está pasando su equipo”
La destacada columnista de vida corporativa de Financial Times participó en un encuentro sobre el futuro del trabajo en el que habló de las oportunidades y desafíos que representa el trabajo remoto.
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Cuidemos el medio ambiente
A pesar de que la vacuna contra el Covid-19 está cada día más cerca, para Pilita Clark la forma en que trabajamos ya cambió para siempre. La destacada columnista de vida corporativa de Financial Times describió que "el genio salió de la botella gracias a la pandemia", en el sentido de que el confinamiento mostró que se puede trabajar de una forma que antes no se creía posible.
"La pandemia nos ha mostrado que podemos producir desde nuestras casas, sin movernos y sin estar todo el día en la oficina", afirmó en un encuentro sobre el futuro del trabajo, organizado por Diario Financiero.
"Gastamos miles y miles de libras en centros de recuperación de desastres que la mayoría de las grandes empresas tenían en caso de que ocurriera algo malo como esto, para que fuéramos capaces de ir a otro lugar y trabajar todos juntos para mantener la operación. Resultó que no lo necesitábamos. Ese descubrimiento ha revolucionado la idea del trabajo remoto. Y aunque hay mucha presión en algunas compañías para volver, no será de la misma forma", expresó.
En su opinión, el teletrabajo facilitó la tarea para los padres de niños pequeños y para quienes cuidan a sus padres mayores, para quienes era difícil encajar "en un horario de 9 am a 5 pm, cinco días a la semana".
Otro cambio fundamental fue la eliminación de los largos viajes a la oficina. "Se esperaba que apareciéramos en el trabajo, felices de estar ahí, sonriendo y listos para estar encerrados ocho horas al día, y luego apareciéramos de vuelta en nuestros hogares. Pero había personas gastando más de una hora o dos en trenes, buses y autos. Era una forma terrible de vivir. Llegábamos a casa exhaustos, de mal humor. Nadie veía a sus hijos tanto como quería. Ahora hemos tenido una muestra de cómo puede ser la vida".
La clave: la comunicación
Si bien no ha sido fácil combinar el trabajo con la educación a distancia y las labores del hogar, para Pilita la mayor complicación es que "muchas organizaciones con las que hablo están intentando trabajar de la misma forma que antes. No han ajustado sus horarios de reuniones, su organización, los roles de cada uno. No se han ajustado al hecho de que ya no están todos en el mismo edificio".
La columnista citó el ejemplo de empresas tecnológicas como GET Lab, que ya habían implementado el teletrabajo desde antes de la pandemia. Ellos han establecido reglas estrictas para el uso de las plataformas de comunicación como Zoom y Slack, y han implementado reuniones informales -conversaciones de café- que duran 25 minutos y que dan la oportunidad de compartir con distintas personas de la empresa.
Así no se pierde la sensación de pertenencia del trabajador, pero también los empleadores saben qué está pasando con ellos.
A propósito de buenas prácticas, Pilita también citó el ejemplo de Unilever y Twitter, que han dado un día libre a la compañía completa, para evitar el agotamiento de los colaboradores. Pero tiene que ser el mismo día para todos, para evitar que alguien en otra oficina de la compañía mande correos y llame a alguien que está de día libre.
"Es interesante que estas empresas estén haciendo eso. Es un reconocimiento de lo importante que es decirle a la gente 'mira, sabemos que estás trabajando muy duro'. No creo que sea suficiente, pero no los critico porque al menos han reconocido el problema. Han comenzado a hacer algo al respecto. Y ese es un gran primer paso".
Entorno de mayor presión
En una de sus columnas, Pilita afirmó que durante la pandemia se acrecentó el desequilibrio entre los empleados y sus empleadores, porque si bien la carga laboral aumentó con el teletrabajo, el escenario de alto desempleo hace difícil decirle que no al jefe.
"Varía enormemente de industria a industria, pero en muchos países estamos enfrentando lo que el exprimer ministro británico Gordon Brown describió recientemente como 'un tsumani de pérdidas de empleo' que viene hacia nosotros", y eso ha afectado a los trabajos de oficina, que antes se consideraban relativamente seguros, aseguró.
"Esta pandemia está desconcertando las expectativas de la gente de cuánto durarán sus trabajos, porque, además del caos económico inmediato causado por las cuarentenas, estamos viendo que las compañías están al menos hablando sobre un cambio hacia una mayor digitalización y automatización, porque tiene sentido en muchos niveles", dijo.
Para la periodista, "estamos en una situación en la que, por varias razones, estamos tratando desesperadamente de averiguar cómo trabajar mientras tememos que no tengamos un trabajo. Y ese es el tipo de presión que estamos empezando a ver. Las encuestas de salud mental son bastante aterradoras en casi todos los países".
Para evitar llegar al colapso, es vital tener un buen jefe. Según la columnista, "un buen administrador tiene que entender por lo que está pasando su equipo. Si la madre de alguien se está muriendo y tiene que viajar todos los fines de semana o día por medio para estar con ella y nadie lo sabe, eso es un problema. Y en esta pandemia, ese tipo de problemas acaba por explotar y magnificarse".
Para ella, un buen jefe "se comunica con cada persona de su equipo al menos una vez cada tres semanas, uno a uno, no se sienta en una llamada de Zoom y dice '¿alguien tiene algún problema? ¿Alguien quiere expresar algo?' No, nadie quiere expresar nada en una llamada de Zoom".
¿Y las oficinas, volveremos alguna vez? Para ella, las oficinas se convertirán en espacios de reunión y áreas de silencio, donde los empleados pueden acudir para que nadie los distraiga, en lugar de espacios abiertos con filas de escritorios como hasta ahora. "Así, escribir una columna sería súper fácil. Ese es mi sueño", confesó entre risas.
"Para nosotros el equipo de trabajo y la cultura organizacional son lo número uno"
En el encuentro sobre el futuro del trabajo también participaron Komal Dadlani, CEO de Lab4U, y Sandra Quijada, directora del INE. Komal contó la experiencia de su empresa, que ya usaba el trabajo a distancia desde mucho antes de la pandemia. "Nuestra startup, con oficinas en Chile, México y Estados Unidos, ya estaba trabajando como equipo remoto", afirmó.
"Nos gusta decir que somos una empresa con un propósito, pero impulsada por los datos, en donde medimos nuestro trabajo de una forma en que podamos cumplir con nuestros objetivos. No son las horas de trabajo, sino los objetivos cumplidos", dijo la emprendedora.
"Esa flexibilidad influye cuando alguien decide si quiere tener un trabajo corporativo o ingresar a una startup", afirmó.
Además, contó que en su compañía tienen todos los días un check-in cultural, no relacionado con el trabajo, y todos los viernes hacen un after office virtual. "Crear esas instancias de comunicación no relacionadas al objetivo de trabajo, sino que hacer una conexión humana con el equipo, para nosotros es muy importante", relató.
"Para nosotros el equipo de trabajo y la cultura organizacional son lo número uno, el deber fiduciario debe ser con el equipo".
Tanto Sandra como Komal enfatizaron en la importancia de la educación, en cómo se están formando los jóvenes con las habilidades necesarias para los trabajos del futuro, para que la automatización reduzca la carga de trabajo, pero no reemplace a los empleos.
La directora del INE, por su parte, contó que a pesar de la dramática caída en el empleo por el impacto económico de la pandemia, los últimos datos muestran una leve recuperación.
La funcionaria aseguró, además, que debieron reinventarse durante este período y pasar de hacer la encuesta nacional de empleo totalmente presencial, a combinar una encuesta telefónica con un cuestionario web, porque la recolección de datos fue uno de los desafíos de la cuarentena.
"Ha sido un proceso muy complejo, de adaptación muy rápida, pero afortunadamente nuestra institución ha respondido bastante bien. Ya habíamos tenido un pequeño ensayo tras la crisis social, porque ahí tuvimos problemas para levantar información, pero además porque nosotros habíamos participado en un piloto del Estado con teletrabajo", explicó.